Love Revolution

La generalización de series como Élite o Sex Education, de películas y libros como After, de la música trap y el reggetón, de la publicidad hipererotizada, de la pornografía... no deja de asustarnos cuando nos hacemos conscientes de que son nuestros niños y adolescentes los que la consumen.  Es por esto que es fácil dejarse llevar por el miedo y asumir actitudes de condena, juicio o suscitación de temor. Sin embargo, por entendible que sea esta conducta, es más bien acentuadora del problema así que... ¿qué hacemos? Mi propuesta es clara:  Ahogar el mal en abundancia de bien.  Vamos a ofrecerles algo que les guste y tenga mensajes buenos. Veamos películas buenas en familia e iniciemos diálogos o hagamos comentarios sobre lo que vemos. Os dejo aquí un vídeo que hice para que os hagáis una idea de cómo hacer esto: A la hora de seleccionar las películas o series tengamos en cuenta que para que surja efecto es imprescindible combinar que sean buenas con que a ellos les

Cuando estás en tu último año de carrera o máster son habituales las tan odiadas conversaciones sobre “qué vas a hacer el próximo curso”. A principios de año me encontré hablando con un chico sobre esto mismo y en algún punto de la conversación manifesté mis ganas de casarme pronto. Con su cara atónita comenzó un torbellino de preguntas donde le hablé de mi familia, de mis padres divorciados y mi dolor, de cómo descubrí en la Iglesia la posibilidad de un amor de pareja para siempre, cómo entendí la propuesta sexual de Jesús y cómo transcurrió la historia de amor con mi novio hasta ese momento. Al terminar mi monólogo el chico en cuestión me dijo: cuanto te envidio .  Sorprendería la cantidad de veces que después de explicar cómo entiendo yo la sexualidad y el amor a mis amigos estos me han dado respuestas semejantes. A día de hoy, y como afirma Bauman, “cualquier compromiso a largo plazo (y mucho más un compromiso eterno) […] se desdeña como algo repulsivo y alarmante” 1 . ¿Por